domingo, 29 de agosto de 2010

Nota 6: sobre el divertimiento.





Pascal, ya en el siglo XVII, afirmaba en el fragmento 33 de sus Pensamientos lo siguiente:

“Quien no ve la vanidad del mundo, muy vano es él mismo. Pues ¿quién no la ve salvo los jóvenes, completamente entregados al estrépito, al divertimiento y al pensamiento del porvenir? Pero quitadles su divertimiento, los veréis secarse de hastío. Sienten entonces su nada sin conocerla, porque es ser muy desgraciados estar en una tristeza insoportable tan pronto como nos vemos reducidos a considerarnos a nosotros mismos, y a no divertirnos con ello”


En la parte VIII, titulada “Divertimiento” el fragmento 24 es lapidario.

“No habiendo podido curar la muerte, la miseria y la ignorancia, a los hombres se les ha ocurrido, para ser felices, no pensar en ellas.
Pese a estas miserias quiere ser feliz y no quiere ser más que feliz, y no puede no querer serlo.
Pero ¿cómo se las arreglará?
Para lograrlo sería menester que se volviera inmortal, y no pudiéndolo se le ha ocurrido prohibirse a sí mismo pensar en ello.”


La colonización de Marte, imaginada el siglo pasado por Ray Bradbury no ha acontecido. Sin embargo, desgraciadamente, la sociedad de Guy Montag (con sus “tíos” y “tías” de la sala de estar) no nos es del todo ajena.

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