-Lo poco bueno que tiene un hombre lo palparás en un solo día: toda su maldad oculta no la conocerás ni en cien años.
-El estado perfecto del Hombre es un estado de ansiedad, de anhelación, de tristeza infinita: una tremulación interrogante de tentáculo.
-Cada vez que te conmuevan las lágrimas de alguien, enciérrate en el más profundo agujero de tu casa y aplícate cien bofetadas en pleno rostro, por femenino y miserable.
Almafuerte, Evangélicas completas.
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